17 de agosto de 2015

Transiberiano: De Moscú al Lago Baikal. (Rusia I)

¿Por qué decidimos realizar el transiberiano?
Teníamos una espinita clavada desde que en nuestro largo viaje RTW perdimos los pasaportes y no pudimos regresar recorriéndolo como era nuestro propósito inicial. Además, este año retrasamos la decisión del viaje hasta un mes antes, y entonces nos pareció la opción más atractiva conforme a presupuesto. Nos atraía conocer Rusia y, por añadidura, reconocemos la atracción del reto viajero de la ruta por su carácter histórico.
Ruta del viaje, transiberiano 2015

¿Qué atractivo tiene viajar tantas horas seguidas en tren? ¿Tiene algo especial el transiberiano?
Hemos viajado en La India, en China y ahora Rusia. Viajar en tren tiene algo especial por cuanto vas sintiendo el viaje, el desplazamiento, la distancia,… el transiberiano tiene a partir de ahí las características intrínsecas al país que recorre. Se puede palpar la idiosincrasia local, el paisaje y percibir la importancia vital que supone esta vía de comunicación que une a los habitantes de regiones muy dispares y por la que se transportan las materias primas que permiten su desarrollo económico; un país que conteniendo las mayores reservas energéticas del mundo siempre estará destinado a ser una superpotencia. Hasta ahí lo bonito, pero es necesario prevenir de la dureza del viaje, por lo que tiene de monótono (me he fundido Guerra y Paz, jeje), de paisaje invariable (los Urales son imperceptibles, el paisaje es una pretaiga constante, bosques de abedules y abetos combinados con campo), por la práctica imposibilidad de comunicarte con los locales y por las deficiencias de la mayor parte de trenes (salvo los de numeración inferior, los baños no tienen agua, por ejemplo). Tiene eso sí la peculiaridad (y atractivo) de ser una ruta apenas transitada por turistas, para nuestra sorpresa, ni viajando como nosotros del 27 de julio al 10 de agosto. Solo en las capitales y al final en Irkutsk o Baikal te topas con turistas, en su mayoría asiáticos o propios rusos. En suma, es un viaje que te sumerge en Rusia, sin apenas interés turístico pero una experiencia viajera incomparable, en cierto modo un viaje reflexivo.

Vistas desde el tren, transiberiano 2015
Parada durante el trayecto, transiberiano 2015

Recorrido:
  • Moscú-Ekaterimburgo. 26h y 2 husos horarios.
  • Ekaterimburgo-Omsk. 15h y 1 huso horario.
  • Omsk-Tomsk. 14h, mismo horario. (De Tomsk a Novosibirsk, 5h en bus o tren).
  • Novosibirsk-Irkustk. 31h y 2 husos horarios.

EKATERIMBURGO – OMSK - TOMSK

El primer trayecto fue el más cómodo, viajamos en el número 16, el compartimento era nuevo, fuimos unas horas solos, los compañeros que se sumaron fueron muy agradables y estábamos frescos, el paisaje aún era novedoso. 26h más tarde, llegamos a Ekaterimburgo, la primera ciudad siberiana (15 km al este de la “frontera asiática”), con más de un millón de habitantes y famosa por ser donde asesinaron en la revolución rusa al última zar, Nicolas II, y a su familia. Dormimos dos noches y la paseamos con tranquilidad; recorrimos el sendero del río y su embalse, vimos su palacio exterior, su iglesia en honor al zar y sus calles más céntricas. No es fea, pero nos pareció poco atractiva. Eso sí, comimos muy bien en el antiguo restaurante Pelmeni, y tras regresar y tomar un café por el camino, descansamos antes de afrontar el siguiente viaje.
Paseo del río en Ekaterimburgo, transiberiano 2015
Grafiti en Ekaterimburgo, transiberiano 2015
Palacio en Ekaterimburgo, transiberiano 2015
Iglesia en honor a la familia del zar en Ekaterimburgo, transiberiano 2015
Edificio del circo en Ekaterimburgo, transiberiano 2015

Muy temprano nos subimos al tren camino de Omsk, esta vez en 3ª. Si bien la disposición era la misma de los trenes en los que habíamos viajado en La India y China, la sensación inicial fue algo desalentadora porque el vagón era notoriamente más viejo que el del primer viaje, y en el vagón el “olor a humanidad” que desprendían unos rusos con aspecto de cazador era intenso. Aún así fuimos cómodos, dormimos bastante y tras cruzar otro tramo más llegamos a Omsk, ciudad cuyo escaso atractivo estaba en su teatro y catedral, como toda ciudad siberiana. Sin embargo, comimos muy bien (en el Belvetore) y tras recorrer la ineludible calle Lenin (si levantara la cabeza, siendo la central de todas las ciudades, concentra todas las cadenas de ropa tipo LV, Zara, Armani, etc…), paseando junto al río tuvimos la suerte de encontrarnos con un recinto ferial muy animado, con familias disfrutando del verano y con un mercadillo con mucho movimiento. Tras la visita, cogimos un taxi a la estación (kamikaze, como todos los taxistas rusos), y vuelta al tren.
Teatro de Omsk, transiberiano 2015
Catedral de Omsk, transiberiano 2015
"playa" en el río de Omsk, transiberiano 2015
Mercadillo de Omsk, transiberiano 2015
Zapatillas en mercadillo de Omsk, transiberiano 2015

Esta vez nos tocaron como compañeros dos cincuentones que venían de Kazajistán. Uno de ellos chapurreaba inglés y utilizaba también su Tablet, de modo que entablamos conversación y nos explicó su trabajo en una estación de gas del interior, al tiempo que el otro compañero nos contaba su afición a la pesca mientras nos ofrecía su comida y se iba bebiendo su brik de vino. Un viaje entretenido, tras el que llegamos a Tomsk, ciudad conocida por considerarse unas de las que mejor conserva su arquitectura siberiana de madera. Nos quedamos 2 noches, aunque tuvimos mala suerte puesto que nos llovió la mayor parte del tiempo; como llegamos algo cansados del viaje, aprovechamos principalmente para recargar energías. Por lo que vimos, Tomsk es una ciudad más humana y abarcable, con su río y con muchos parques, y con las referidas casas de madera que abundan por la ciudad y que se encuentran en muy buen estado en su mayoría. Nos pareció bonita y agradable, si bien algo exagerados los elogios que habíamos leído. Es bonita, pero ponemos en duda la necesidad de desviarse para ir allí; es un ramal diferente y acudir allí nos obligó a regresar en un bus de 5h a Novosibirsk para empalmar nuevamente con la línea principal. En cualquier caso, la casualidad hizo que nos encontráramos con Carolina, una chica colombiana estudiante de medicina en Moscú, con la que coincidimos y que nos contó cosas muy interesantes de su experiencia en el país. En Novosibirsk otro chico ruso nos ayudó para llegar a la estación, y nuevamente subimos al tren para emprender el último trayecto en tren, las últimas 2 noches.

Casa de madera en Tomsk, transiberiano 2015
Casa de madera en Tomsk, transiberiano 2015
Casa de madera en Tomsk, transiberiano 2015
Mercado de comida en Tomsk, transiberiano 2015

IRKUTSK – LAGO BAIKAL

El trayecto final fue el más pesado. También en 2ª, pero en un vagón algo antiguo, los compañeros no tenían interés en socializar y además íbamos en las literas superiores. El tiempo era lluvioso y el paisaje el mismo de siempre, por lo que nos dedicamos a dormir y a avanzar en nuestras lecturas rusas. Sea como fuere, a las 8 a.m. llegamos a Irkutsk, en donde rápidamente gestionamos el transporte a Khuzhir, en la isla de Olkhon, Lago Baikal. 7 horas después, tras un viaje nuevamente kamikace, llegamos sanos y salvos a destino y nos alojamos en nuestra cabañita.

El Lago Baikal es único en el mundo y tiene sus características especiales que pueden consultarse en internet, y de las que baste mencionar que es el más profundo y largo del mundo, embolsando el 20% del agua dulce del planeta. Situado en el centro de Asia, se le considera asimismo uno de los puntos de energía vital y en sus alrededores vivieron siempre los buriatos.

Isla de Olkhom en el Lago Baikal, transiberiano 2015
Tótems chamánicos en el Lago Baikal, transiberiano 2015
Caballos en Olkhom-Lago Baikal, transiberiano 2015

Es muy bonito. Nos alojamos 4 noches y 3 días en el pueblo que vive volcado en el turismo, esencialmente ruso, que encuentra en el Baikal un destino veraniego ideal en donde hacer camping, tomar el sol y hacer senderismo. Como si fuera del Oeste, con “mini van” (mashrutkas), todo terrenos y quads en lugar de caballos, el pueblo se enclava en mitad de la isla, frente a la “roca del chamán”, principal icono del Baikal. Las opciones eran numerosas (bicis, excursiones varias de pesca, en bus o a caballo,…) pero escogimos tomárnoslo con calma. El primer día simplemente anduvimos por el pueblo y alrededores de la susodicha roca, y bajamos a una pequeña cala para darnos un baño y relajarnos un rato. Una gozada. El segundo hicimos la excursión en minibús al cabo Khoroj del norte, interesante por ver más de la isla, pero con el tiempo brumoso quedó deslucida porque el principal atractivo sería las vistas y apenas había profundidad, una lástima; si le sumamos el horroroso camino de cabras, mejor no lo hubiésemos cogido. Nos desquitamos el último día haciendo una pequeña ruta de senderismo en dirección a la otra costa, a la que no llegamos, pero que nos permitió caminar solos por bosques de abeto muy bonitos; tras una pequeña paliza, de vuelta otro baño para despedir el Baikal, que tiene el agua fría, pero no más que Galicia, y a 30º que estábamos se disfrutaba.
Roca del Chamán y bahía en Lago Baikal, transiberiano 2015Bahía en Khuzhir-Lago Baikal, transiberiano 2015
Roca del Chamán Olkhom-Lago Baikal, transiberiano 2015Pueblo de Khuzhir-Lago Baikal, transiberiano 2015
Khuzhir-Lago Baikal, transiberiano 2015
Bosque en isla de Olkhom-Lago Baikal, transiberiano 2015

Por último, en Irkutsk paramos medio día que nos bastó para recorrer su centro histórico. Es una población bonita dentro de los estándares siberianos, con parques, su río, su teatro, su circo y también numerosas casas de madera. Además es la única que se ve más orientada al turismo y que lo facilita, indicando un recorrido en la acera con 26 puntos de interés turístico… ¡¡en inglés!!, algo inédito en Siberia. Comimos, paseamos y descansamos. 

Irkutsk, transiberiano 2015
Irkutsk, transiberiano 2015

Os dejamos algunos detalles para quien quiera indagar en las características del viaje en el tren transiberiano. En el próximo post relatamos nuestra experiencia en SanPetersburgo y Moscú y nuestras impresiones sobre Rusia y los rusos.

Aspectos prácticos del transiberiano

Lo primero de todo, aclarar que el transiberiano no es “un tren” ni se compra como tal; se trata de un recorrido, una vía férrea que cruza todo Rusia de este a oeste desde Moscú a Vladivostok con dos variantes llamadas el transmanchuriano y el transmongoliano (ambos llegando a Pekín). En cualquier caso, alrededor de 9000 km que se recorren en unos 7 días si se hace del tirón y que si se quiere “partir” para espaciarlo requiere adquirir los billetes necesarios por separado. Se puede hacer online (indicamos la web al final) o en la estación (“kupit” es comprar y “olmenit” cancelar).
  • Los trenes de menor numeración (los menores de 50, seguro) son los mejor equipados. Algo más caros y que realizan el recorrido completo desde Moscú.
  • Se pueden adquirir los billetes online directamente con Russian Railways, logándose.
  • Para obtener los visados, te puedes guiar por este blog. Se hace siempre a través de la agencia de visados rusos y haciéndolo con 3 semanas de antelación sale por unos 75€.
  • Hay 3 clases, de las cuales la 3ª (plazchkart) es la barata, con vagones abiertos; la 2ª (Kupé) tiene compartimentos cerrados de 4; y la 1ª tiene esos mismos compartimentos, pero de 2 (sin literas). Van doblándose los precios, de modo que si un viaje en 3ª cuesta 2500 rb, en 2ª viene a costar en torno a 5000 y en 1ª se acerca a los 10.000 rb.
  • En los trenes hace calor, y la gente en cuanto sube se cambia de ropa y se acomoda con ropa “casera” o sin camiseta y chanclas. Que no falte la estampa de las chanclas con calcetines, jaja.
  • La comida en los trenes es de batalla. El vagón restaurante solo existe en los trenes de menor numeración, en el resto tienes que llevar la comida, comprarla en el camino en alguna de las paradas o tener la suerte de estar despierto cuando pase (si pasa) alguna empleada con empanadillas (vimos 2 en todos los trayectos).
  • La puntualidad de los trayectos es extrema. Si pone a las 19:23, llegará entonces y no a las 19:20 ni a las 19:25. Lo clavan.
  • Las paradas pueden ser de 2 minutos o hasta de 50. Todas ellas vienen reflejadas en una hoja publicada en el pasillo de cada vagón (al menos en los de 2ª). Pone el horario y la estación.
  • Cada vagón tiene su povoroska (encargada) que proporciona las sábanas, limpia el baño, recoge la basura, facilita el té a quien lo pide y vigila a quienes suben y bajan del tren en las paradas.
  • Los alojamientos los reservamos por booking. Sin problema alguno.
  • Precios:
    • Trenes: Los 4 trayectos de tren nos costaron casi 19.500 rublos por persona (tres en 2ª y uno en 3ª). Al cambio nos supusieron unos 315€ cada.
    • Alojamiento: 42.000 rb. entre los dos.
    • Gastos comida, entradas, etc.: 42.000 rb. Entre los dos.
    • Aviones (ida a SP, Irkutsk-Moscú y Moscú-Mad: 612€ cada.
    • Nota: el viaje ha coincidido con una depreciación constante del rublo. Al llegar estaba a 62,5 rb por €; al regresar lo cambiaban a 70 rb por euro.
Compartimento en clase Kupé (2ª), transiberiano 2015
Vagón de 3ª clase (Plazchkart), transiberiano 2015

Por lo visto, la clásica ruta por la que optan los mochileros de camino a/de largos viajes asiáticos es hacer del tirón Moscú-Irkutsk (poco menos de 4 días seguidos) y empalmar luego con el transmongoliano. De ese modo ves lo más atractivo (Baikal), te haces una idea de ciudad siberiana con Irkutsk, te garantizas la comodidad de un tren “bueno” toda la ruta y probablemente coincidas con más “guiris” con similar plan. Por el contrario, apenas percibirás la idiosincrasia rusa. 

Pasillo en vagón de 2ª-Kupé, transiberiano 2015
 
Puesto de comida en el andén, transiberiano 2015
Paisajes desde el tren, transiberiano 2015
Llegada final a Irkutsk, transiberiano 2015

2 comentarios:

  1. Consulta. Los ticket los sacaron de punta a punta o los sacaron por tramos?

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  2. Los tockets los sacamos por tramos. Todo depende del propósito del viaje; si se saca de punta a punta, se irá en el mismo tren con las únicas paradas de 10-40 minutos en cada lugar, pero no permite volver a subirse al tren, no es como un ticket de interrail. Se tienen que sacar tantos billetes como trayectos quieran realizarse, en función de las paradas que planees.

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