21 de diciembre de 2014

Viajar a JORDANIA por libre en octubre

Visto que las fechas eran perfectas en clima para visitar la zona, nos decantamos por un viaje a Jordania en el que contratamos hoteles por booking y alquilamos coche a través de una agencia local para movernos por el país.

Ruta
Día 1. Llegada al aeropuerto internacional de Amman hacia las 23h. Pasar el control de pasaporte y noche en MADABA. 
Día 2. Visita a JERASH y a Madaba. Noche en Madaba..
Día 3. Visita al MAR MUERTO, ruta hasta PETRA y noche en Petra.
Día 4. Visita a Petra.
Día 5. Visita diurna y nocturna a Petra (Petra by night).
Día 6. Trayecto hasta WADI RUM. Check in en el pueblo y ruta en 4x4 antes de ir al campamento.
Día 7. Día de excursión en camello por Wadi Rum. Noche en el campamento.
Día 8. Regreso a Madaba.
Día 9. Vuelo de regreso a primera hora.


NORTE: Jerash, Madaba y Mar Muerto.

El primer día hábil nos dirigimos a Jerash, antigua ciudad romana situada 1h al norte de Amman. El trayecto nos llevó casi 2h pero sin mayor problema nos plantamos en las ruinas. Lo cierto es que el estado de conservación es bastante bueno, en especial los teatros, si bien el emplazamiento... se encuentra literalmente pegado a una carretera principal a la que sigue una ciudad bastante grande, caótica y muy fea. Con lo que la sensación es un tanto ambigua; de un parte, aprecias las ruinas de una gran ciudad romana de la época, pero del otro consideramos que gran parte del encanto de estos museos al aire libre reside en su entorno, y en ese sentido queda muy deslucido (mucho más bonita resulta - o resultaba...- Palmira en Siria).En suma, es bonito, pero podía haberlo sido más.
Anfiteatro en Jerash
Una vez visto Jerash, recorrimos Madaba. Es una ciudad al sur de la capital, relativamente cerca del aeropuerto y de camino al Mar Muerto, con importancia histórica para los cristianos, que aún conservan dos iglesias con reliquias tales como el mapa de la región más antiguo del mundo y alguna otra obra artesanal en mosaicos teselados. Además, a sus afueras está el Monte Nebo, con importancia bíblica en relación a Moisés y desde donde se divisa el Mar Muerto e Israel. A nosotros nos sirvió como punto estratégico porque decidimos no meternos en el caos de Amman, del que habíamos leído que podíamos prescindir. Desde allí descendimos hasta el Mar Muerto por una sinuosa carretera entre un paisaje rocoso y desértico; una vez "abajo" nos pusimos a buscar un lugar en donde poder aclararnos la sal tras bañarnos y nos costó un tanto, principalmente por los abusivos precios, ya que está copado por Resorts de lujo. Finalmente encontramos un restaurante y pudimos experimentar la curiosa sensación... de primeras incluso marea al avanzar, y luego la sensación de ingravidez es sin duda única, algo diferente que merece la pena experimentar. Tras media hora de baño y una ducha de agua dulce, enfilamos carretera hacia el sur, y en nuestro caso pasando por Madaba con intención de encarrilar la "King's Road"... hasta que tuvimos el incidente (ver alquiler de coche al final). Lo que nos obligó a perder parte del día y a optar por la vía más rápida, la autopista del desierto, para llegar no demasiado tarde a Wadi Musa, población moderna en torno a Petra, nuestro próximo destino.  
Baño en el Mar Muerto, Israel al fondo.

PETRA (Wadi Musa)
Sin duda es la imagen de Jordania, la joya de la corona y por derecho propio una de las maravillas del mundo que merece mucho una visita pues resulta espectacular. Le dedicamos 2 días enteros (3 noches en total) y con ello pudimos recorrerlo en su práctica totalidad. De su significado, historia y demás se puede leer mucho en la red, es la antigua ciudad de los Nabateos y se encuentra en muy buen estado gracias a haber permanecido oculta largo tiempo. Recorrerla impresiona, comenzando por el Siq (el estrecho desfiladero de 2 km que hacía las veces de pasadizo de entrada y por el que galopaba Indiana Jones), que finaliza ante una de sus grandes tumbas; por sus infinitas ruinas en buen estado que permiten recomponer mentalmente su antigua distribución; y, particularmente, me asombró por sus dimensiones. Es muy extenso (llegó a albergar a 55.000 nabateos) y una vez que comienzas a "perderte" vas encontrándote con perspectivas y ruinas espectaculares. En nuestro caso, el primer día realizamos la caminata larga recorriendo todo hasta el Monasterio final, quizá el más impresionante de todos, y hasta su punto más alto; el segundo día, torcimos antes del anfiteatro para subir a la montaña y hacer el intrincado recorrido por la parte sur que desemboca igualmente a los pies del ascenso al Monasterio. Esta segunda ruta nos dio una idea más acertada de sus impresionante extensión y de sus numerosísimas cuevas y templos. Como postre, el último día acudimos al Petra By Night, que básicamente consiste en recorrer por última vez el camino hasta la primera gran tumba al final del Siq, en donde representan música árabe antigua en una atmósfera de velas y de multitud de turistas. En fin, turistada que es bonita por el hecho de ser igualmente en ese entorno, en ese caso a la luz de las velas.  
El Siq, Petra
El Gran Tesoro, Petra
El Monasterio, PetraEntrada del Monasterio, Petra
Ruta alternativa, PetraCuevas en Petra
Panorámica de Petra
Fotografiando Petra
Interior de un templo en Petra
Rincón en PetraPetra desde las alturas
Petra, camino central

Como único punto negativo de la visita, es molesta la presencia de tanto local ofreciéndote repetidamente sus servicios para su animal (camello, caballo o burro) o su tienda o restaurante. Es muchísimo más insistente que en el resto del país y resulta cansina y para mí impropio después de haber pagado la cara entrada y de encontrarte en un patrimonio de la humanidad que nada tiene que ver con su cultura. Es lamentable comparándolo con otras ciudades ancestraes como Machu Pichu o Angkor Wat (si no es por razones económicoas no se explica que Angkor no sea una de las 7 maravillas estando entre ellas Corcovado o el Taj Mahal...), lugares a cuyas puertas o en cuyas ciudades adyacentes sí que hay el lógico negocio/agobio al turista pero en cuyos interiores lo puedes apreciar con calma. 
WADI RUM
El desierto rojo. Desierto de arena, matojos y colinas rocosas de distintas tonalidades amarillas, rojas o marrones. En octubre, semivacía, como debe ser un desierto. Los alojamientos son múltiples y bastante similares por lo que se ve en Booking y se aprecia in situ. Nosotros nos quedamos dos noches en uno de ellos (Lifestyle Beduing creo) y pudimos apreciarlo con gusto. 

En cuanto a los recorridos posibles, prácticamente todos ofrecen lo mismo: el templo Nabateo (está en el pueblo, no es necesario el coche), el arroyo de Lawrence de Arabia, la casa de Lawrence, el cañón de Khareji, el gran puente, dunas blancas y rojas y el atardecer... lo hizimos nada más llegar, resultando paradas bastante forzadas o inapreciables (salvando la del puente) y sin embargo nos encantó el recorrido porque íbamos solos por un paraje espectacular. El encanto reside en el propio desierto, en pasear solo o en ir en camello o en el propio jeep admirando el paisaje. Nosotros hicimos un día en camello por el "desierto blanco" que, al no haber más gente, fue a solas con nuestro silencioso guía; y vimos también que es posible y muy recomendable realizar un trekking y perderse una horas, es muy seguro y con un buen geoposicionador no habría problema. El atardecer es muy bonito, al igual que el amanecer, y la noche estrellada es espectacular.
Wadi Rum
Wadi Rum, dunas
Wadi Rum, desde las dunas
Wadi Rum, panorámica
Wadi Rum, atardecer
Wadi Rum, canciones tras cena en el campamento
Wadi Rum, campamento
Wadi Rum, ruta camello
Wadi Rum, camello
Wadi Rum, comida nómada
Wadi Rum, panorámica

El regreso debe hacerse tras desayunar o tras una última actividad la mañana de marcha. En nuestro caso volvimos temprano con la intención de enfilar hasta Madaba por la "Kings Road", pero volvimos a tener un contratiempo con el coche que nos obligó a pasar la mañana leyendo en una cafetería hasta que vinieron a solucionarlo; sin más opción que regresar nuevamente por la autopista del Desierto, antes de madrugar al día siguiente para volar a Madrid de vuelta. ¡Menos mal que Petra y Wadi Rum los vimos estupendamente!

ALQUILAR COCHE EN JORDANIA e intifada infantil

Nos decantamos por alquilar un coche y tras leer en foros optamos por hacerlo del modo más económico, mediante una agencia local llamada Montecarlo. El resultado fue bastante lamentable, sumando además un incidente desafortunado. Para empezar, no vinieron al aeropuerto como estaba acordado, tuvimos que coger un taxi. Al día siguiente, al venir al hotel para firmar los papeles, nos informaron de que a pesar de indicar el alquiler que tenía seguro, éste no era a todo riesgo ni tenía GPS; en cualquier caso, viendo que nos iba a costar el doble contratar estos servicios, los desestimamos... y lo pagaríamos más tarde. A la vuelta del Mar Muerto, siguiendo las indicaciones hacia Madaba (hay que decir que algunos carteles solo estaban escritos en árabe y tenías que intuir por dónde circular) cuando ya faltaban escasos kilómetros nos desviamos por una carretera estrecha asfaltada para un solo vehículo y por cuyos laterales iban niños pequeños de salida del colegio. Algo habitual, nada raro. En un momento dado, a las afueras de un grupo de casas, un grupo de 10 niños de unos 8 años que estaban jugando ajenos a nuestra llegada nos obligó a detener; al vernos se pusieron a saludar y gritar en plan "novedad", nada anormal por el momento. Pero uno de ellos, y luego otro abrieron y cerraron las puertas traseras y le dieron algunos manotazos al coche; en plan "gamberrada", aunque algo ya incómodo que nos hizo alertarnos y con la bocina se apartaron y seguimos... 50 metros, en donde otro grupo de unos 15 niños de unos 10 años nos esperaba en mitad de la carretera con ademanes de "aquí no pasas". Les saludas, sonríes, les tocas la bocina en plan "venga, basta ya, muy gracioso" y en esto que rodean el coche y entre gritos comienzan a darle manotazos y golpes y a mover el coche. Lógicamente lo último que quieres es atropellar o hacerle daño a un chaval, aguantas un poco, no esperas que vaya a mayores, pones cara de "basta ya" y por suerte tras hacer ruido con el embrague y bocina, despejan el camino y comenzamos a movernos cuando "¡¡CRASH!!" pedrada al canto y toda la luna trasera hecha añicos, tras la que se ve al cabronazo que nos había lanzado la piedra cual jugador de beisbol tras lanzar la bola. En fin, la piedra no pasó adelante y antes de sufrir más percances seguimos y llegamos a Madaba en donde decidimos solucionar el problema antes de continuar de esa forma hasta Petra. Ahí sí, la compañia gestionó el arreglo (160€ nos costó...) y 5 horas más tarde reanudamos viaje.
Por lo demás el coche funcionó bien (un KIA picanto) hasta la salida de Wadi Rum en que un problema con el sistema eléctrico de la llave no nos permitió arrancar y tuvimos que esperar a que vinieran desde Amman (cualquier compañía internacional tiene oficinas en Aqaba, a 30 minutos en lugar de a 4 horas). El resultado fue una nueva pérdida de tiempo.
Como conclusión, aconsejamos viajar por libre, pero alquilando taxis locales (lo hablas con el hotel por ejemplo y siempre conocerán a gente que realice el trayecto, desde luego no desde España). Especialmente porque una vez que llegas a Wadi Rum o a Petra, no los necesitas, de modo que únicamente pagas el trayecto, que puedes acordar con el conductor con mayor comodidad y yendo a tiro hecho. El coste te sale igual que alquilar con una agencia europea, y vas mucho más cómodo y sin gasto de gasolina ni sorpresas a la hora de contratar seguros, etc.
Foto detalle de zapatos, Jordania
Curiosidades
  • Comen muy parecidos ingredientes a todas horas, típica comida libanesa sin mucha variedad.
  • Las carreteras están en un estado regulero en muchos tramos. La autopista del desierto tiene tramos con agujeros y son frecuentes en todos los casos altos vadenes que obligan a reducir la velocidad. Por lo demás, la conducción es llevadera.
  • Hay frecuentes controles policiales en la carretera, pero en cuanto te ven guiri te indican que continúes sin mayor molestia.
  • Jordania nos ha resultado un país caro. Aparte del viaje (con Royal Jordanian fuimos directos por algo menos de 500€) sirvan estos ejemplos:
    • Entrada de Petra 2 días: 65€.
    • Entrada Petra by night: 18€.
    • Comidas de buffet en lugares turísticos: 12€ bebida aparte.
    • Baño en el Mar Muerto: 23€ persona (para tener ducha posterior. En hoteles, el doble).
    • Menú en "comida rápida" de Kebab: 8€.
    • Cremas 120ml. mar muerto: 20€.
    • Alquiler coche en agencia local: 140€ (en taxi todos los trayectos hubiesen sido unos 220€).
    • Alojamientos: 55-65€ (dobles con baño y desayuno - tanto el Mosaic City de Madaba como el Shara Mountains de Petra, muy recomendables).
  • Gente: Sin ser los más sonrientes, son amables con el turista y no resultan agobiantes (salvedad de Petra). Lo peor vienen a ser los niños, que son siempre imprevisibles y más en grupo, ya nos hemos referido antes a ellos. 
  • El silencio está infravalorado por desgracia. Así, más allá del tráfico urbano y las llamadas a la oración de madrugada, es frecuente que todo joven vaya con su móvil (eso que no le falte a nadie) escuchando su música en alto. Algo que desentona en Petra o en Wadi Rum, menos mal que nuestro camellero iba con sus cascos...

En definitiva, nos quedamos con las espectaculares Petra y Wadi Rum y con la experiencia del baño en el Mar Muerto; el resto, quizá por los contratiempos y por la sensación que nos llevamos, nos parece que no reviste mayor interés y que se ve rápido. En cuanto a la fecha, por lo que parece acertamos plenamente, mejor ir en primavera / otoño y tanto mejor fuera de la temporada alta. Es plenamente seguro y en una semana se ve muy bien a no ser que se quiera bucear en el Mar Rojo.

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