Como adelantaba Miguel en el anterior post, el último día que estuvimos en El Nido optamos por coger un kayak que nos dejaban de forma gratuita en el resort y recorrer varias playas cercanas que nos habían recomendado. Y qué gran acierto! En 40 minutos estabamos en Buena Suerte, una playa paradisíaca para nosotros solitos!!! Y luego remabamos un poquito más y llegamos a otro pequegno paraíso, y así hasta 4 playas cada cual más espectacular. Nos llevamos unos sandwiches y así pasamos un día maravilloso de total relax y hedonismo. Como veis en las fotos, estabamos muy estresados!! Qué vida más dura, jaja.
Al día siguiente, y con todo el dolor de nuestro corazón, dejamos El Nido por la magnana temprano para dirigirnos a Sabang, un pequegno pueblo situado en la costa oeste de la isla famoso por albergar el Río subterráneo mas grande del mundo. Lo mas común es hacer la excursion desde Puerto Princesa, que esta a solo dos horas, pero una pareja de ingleses nos recomendo pasar al menos una noche allí y hacer la excursión por nuestra cuenta volviendo por un trekking que atraviesa la jungla. El tema es que no hay transporte directo desde El Nido a Sabang (la red de carreteras no esta muy desarrollada todavía) y la unica forma de ir era coger el mismo shuttle que te lleva a Puerto Princesa pero bajándonos en una intersección donde se puede coger un jeepney, el famoso medio de transporte de Filipinas. Son una especie de jeeps del tamagno de un autobús que fueron dejados por los americanos tras la II Guerra Mundial y que se caracterizan por su colorida decoración y por ir llenos hasta la bandera. Se ha convertido en todo un símbolo nacional de la cultura filipina.
Pero una vez que llegamos a la intersección nos dijeron que el proximo jeepney pasaba dos horas más tarde así que, después de pensarlo un poco, decidimos probar suerte haciendo autostop. Y en un camión que nos subimos junto a unos chavales que iban tambien en la parte de atras!! Por suerte tenía una loneta que hacía de techo, porque enseguida comenzo a diluviar. Despues de hora y media de trayecto de lleno de baches, nos dejaron en una parada de autobus a 7 Kms de Sabang, donde cogimos un triciclo, otro famoso medio de transporte en Filipinas, parecido al tuk tuk o ricksaw del sudesde asiático.
En Sabang nos alojamos en unas cabagnitas del Café Sabang, muy sencillas pero bonitas y baratas. Y el personal muy amable. Lo gestiona una filipina casada con un holandes que habla por los codos, jeje, pero nos conto cosas muy interesantes sobre la historia del pais y su cultura. Al dia siguiente cogimos un barquito para ir a visitar el famoso Río Subterraneo, que atraviesa durante 8.2 Km una montagna de piedra cárstica y es candidato para formar parte de una de las 7 maravillas del mundo. La verdad es que impresionan bastante las enormes cuevas formadas por la erosion del mar. El camino de vuelta lo hicimos andando, atravesando unos 5 kilómetros de jungla por el Jungle y Monkey trail. Fue un poco complicadillo porque llovía y estaba todo embarrado, pero mereció la pena oir los sonidos de la jungla y vimos monos y hasta un lagarto enorme!! Y ya al final del camino, como colofón nos esperaba otra paradisíaca playa desierta para nosotros solos. Esa misma tarde volvimos a Puerto Princesa, donde al día siguiente cogeríamos el vuelo de vuelta a Manila. Sin duda, de aquí nos llevamos uno de los mejores recuerdos del viaje.
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