Este conjunto de islas (Don es isla, Si cuatro y Pha mil) que se forman en este punto del Mekong se encuentra justo antes de la frontera con Camboya, y lo teniamos marcado en rojo como destino para el relax. Segun habiamos leido, las principales islas con alojamiento son Don Khong (la principal), Don Det (la que cuenta con mayor infraestructura turistica) y Don Khone, la mas austral y que habiamos leido que tenia atmosfera mas tranquila. Asi que fuimos a esta ultima.
No quisimos dar mucha vuelta, por lo que no muy lejos del embarcadero, cerca del puente frances, escogimos un bungalow muy bien puesto que tenia balcon al rio con hamaca y vistas del atardecer. Sabiamos que habria otros alojamientos mas baratos, incluso a mitad de precio, pero queriamos descansar plenamente, por lo que pagamos los seis euros y medio que costaba cada noche. A partir de ahi tocaba descansar, explorar un poco la isla en bici y acercarnos a ver las cascadas que forma en Mekong al circundar los islotes.
Alquilamos las bicis a un euro/dia cada una y fuimos primero a la cascada principal que se encuentra en Don Khone. La verdad es que no habiamos leido nada al respecto y nos sorprendio gratamente, es temporada seca pero el rio bajaba en ese punto con mucha fuerza provocando numerosos saltos de agua y a continuacion unos rapidos muy bonitos que se abrian paso erosionando las rocas. Siguiendo el curso del rio hacia abajo se formaban ademas un par de playas en las que se podia banar uno relajadamente, por lo que nos dimos un chapuzon en un Mekong por primera vez traslucido. A ese dia le siguio mas paseo en bici, comida junto al agua, cerveza, avistamiento de delfines y vuelta al bungalow. Y he dicho bien, delfines, porque hasta este punto del Mekong es hasta donde remontan el rio por las tardes los denominados delfines de Irrawadi, una extrana especie de rio que pudimos ver desde la barquita que alquilamos. Lo cierto es que los vimos a cierta distancia (50 metros?) pero se distinguian claramente y el paseo en barca por el rio es muy recomendable.
Al dia siguiente fuimos a ver "La Perla del Mekong", o asi decian, unas cataratas que tienen a gala denominarse las mas grandes del sudeste asiatico. Requiere de una pequena excursion, pero nos gustaron. Tambien forma parte del rio Mekong, aunque de un brazo que se encuentra mas alejado, y descarga mucha mas agua porque lleva mas caudal y porque los saltos de agua se multiplican. Muy bonita, y apenas gente ademas. Como estabamos en plan vago, ese dia tiramos bastante de hamaca y de bungalow, y por la tarde dimos otra vuelta en bici para recorrer el lado contrario de la isla. Resulta que ahi viven unos cuantos locales mas, y a mitad de camino un sendero conduce hasta un puente colgante que une otra pequena isla, privada segun indica un cartel, pero de acceso libre. Tiene pinta de que vayan a montar algun tipo de camping de lujo, pero en cualquier caso, fue bonito porque estaba desierta y a un lado habia unas pequenas cascadas muy cucas y al otro remansos de agua en los que poder banarse. Ademas, eramos los unicos circulando por aquel lado de Don Khone, por lo que disfrutamos mucho.
Y como anecdota, decir que nada de Canarias. Ni del Caribe. Los mas huevones del mundo estan en estas islas perdidas! Como estabamos al tran tran, nos daba lo mismo, pero daba la risa comprobar el ritmo de esta gente. Hicimos buenas migas con la familia que regentaba un restaurante dos casas a un costado del hotel, y fuimos a comer tres veces. E incluso siendo la unica mesa en todo el local tardaban una hora en servirnos dos platos, ja, ja! Les oias cortar las verduras una a una. Batir un huevo, o freir el arroz. Eso si, le ponian un carino!... ademas, como habia aprendido unas cuantas palabras y frases cordiales en laosiano, la mujer, que no hablaba ingles, se pensaba que ya le entendia todo y se marcaba unos discursos muy simpaticos. Buena gente.
En definitiva, un buen destino para relajarnos. Por narices, je, je. Ya tras ello al dia siguiente saldriamos direccion Camboya para dirigirnos a Siem Reap en bus. Nos esperan los templos de Angkor!
No quisimos dar mucha vuelta, por lo que no muy lejos del embarcadero, cerca del puente frances, escogimos un bungalow muy bien puesto que tenia balcon al rio con hamaca y vistas del atardecer. Sabiamos que habria otros alojamientos mas baratos, incluso a mitad de precio, pero queriamos descansar plenamente, por lo que pagamos los seis euros y medio que costaba cada noche. A partir de ahi tocaba descansar, explorar un poco la isla en bici y acercarnos a ver las cascadas que forma en Mekong al circundar los islotes.
Alquilamos las bicis a un euro/dia cada una y fuimos primero a la cascada principal que se encuentra en Don Khone. La verdad es que no habiamos leido nada al respecto y nos sorprendio gratamente, es temporada seca pero el rio bajaba en ese punto con mucha fuerza provocando numerosos saltos de agua y a continuacion unos rapidos muy bonitos que se abrian paso erosionando las rocas. Siguiendo el curso del rio hacia abajo se formaban ademas un par de playas en las que se podia banar uno relajadamente, por lo que nos dimos un chapuzon en un Mekong por primera vez traslucido. A ese dia le siguio mas paseo en bici, comida junto al agua, cerveza, avistamiento de delfines y vuelta al bungalow. Y he dicho bien, delfines, porque hasta este punto del Mekong es hasta donde remontan el rio por las tardes los denominados delfines de Irrawadi, una extrana especie de rio que pudimos ver desde la barquita que alquilamos. Lo cierto es que los vimos a cierta distancia (50 metros?) pero se distinguian claramente y el paseo en barca por el rio es muy recomendable.
Al dia siguiente fuimos a ver "La Perla del Mekong", o asi decian, unas cataratas que tienen a gala denominarse las mas grandes del sudeste asiatico. Requiere de una pequena excursion, pero nos gustaron. Tambien forma parte del rio Mekong, aunque de un brazo que se encuentra mas alejado, y descarga mucha mas agua porque lleva mas caudal y porque los saltos de agua se multiplican. Muy bonita, y apenas gente ademas. Como estabamos en plan vago, ese dia tiramos bastante de hamaca y de bungalow, y por la tarde dimos otra vuelta en bici para recorrer el lado contrario de la isla. Resulta que ahi viven unos cuantos locales mas, y a mitad de camino un sendero conduce hasta un puente colgante que une otra pequena isla, privada segun indica un cartel, pero de acceso libre. Tiene pinta de que vayan a montar algun tipo de camping de lujo, pero en cualquier caso, fue bonito porque estaba desierta y a un lado habia unas pequenas cascadas muy cucas y al otro remansos de agua en los que poder banarse. Ademas, eramos los unicos circulando por aquel lado de Don Khone, por lo que disfrutamos mucho.
Y como anecdota, decir que nada de Canarias. Ni del Caribe. Los mas huevones del mundo estan en estas islas perdidas! Como estabamos al tran tran, nos daba lo mismo, pero daba la risa comprobar el ritmo de esta gente. Hicimos buenas migas con la familia que regentaba un restaurante dos casas a un costado del hotel, y fuimos a comer tres veces. E incluso siendo la unica mesa en todo el local tardaban una hora en servirnos dos platos, ja, ja! Les oias cortar las verduras una a una. Batir un huevo, o freir el arroz. Eso si, le ponian un carino!... ademas, como habia aprendido unas cuantas palabras y frases cordiales en laosiano, la mujer, que no hablaba ingles, se pensaba que ya le entendia todo y se marcaba unos discursos muy simpaticos. Buena gente.
En definitiva, un buen destino para relajarnos. Por narices, je, je. Ya tras ello al dia siguiente saldriamos direccion Camboya para dirigirnos a Siem Reap en bus. Nos esperan los templos de Angkor!
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